El pasado 3 de octubre, el Gobierno de Países Bajos compró FBN y suministró préstamos por importe de 10.000 millones de euros. Asimismo, el 24 de diciembre adquirió las actividades holandesas de ABN Amro pertenecientes a FBN.
«En este punto, la CE tiene razones para creer que estas medidas podrían no ajustarse a sus comunicaciones sobre ayudas estatales a los bancos durante la crisis, especialmente en lo que se refiere al marco temporal y la remuneración de la línea de crédito, así como al precio pagado por los negocios de ABN, que no parecen seguir los criterios establecidos por la Comisión», señaló Bruselas.
La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, indicó que el Estado holandés tenía una justificación para intervenir y evitar la quiebra de Fortis Bank Nederland, ya que su bancarrota podría haber causado un grave impacto en la economía holandesa.
«Sin embargo, la CE tiene que asegurarse de que este rescate se limitó al mínimo necesario y no generó distorsiones de la competencia en el sector que causaran problemas a entidades de otros estados miembros», añadió Kroes.
De este modo, la visión preliminar de Bruselas considera que los préstamos concedidos constituyen una ayuda estatal a FBN y potencialmente también a las actividades de ABN y considera que «esta ayuda podría no satisfacer los criterios de ayudas estatales a los bancos durante la crisis».