La digitalización y el desarrollo tecnológico han propiciado una cuarta revolución industrial que arrancó a finales del siglo XX, pero que está avanzando cada vez con mayor rapidez y ya es uno de los elementos más importantes de la economía mundial. De esta manera, es importante que existan estrategias que traten de abordar estos dos grandes retos de nuestra sociedad, que afectan directamente a todos los sectores y tienen repercusiones que son muy difíciles de prever a largo plazo.

inteligencia artificialUno de los ejemplos más claros tiene que ver con la Inteligencia Artificial (IA), que se ha convertido en una de las grandes apuestas de cara a los próximos años. De hecho, muchas regiones del planeta están invirtiendo una gran cantidad de recursos en su desarrollo, algo que ya pasó hace años con las telecomunicaciones o recientemente con la implementación de las redes 5G.

Por supuesto, estos avances generan transformaciones muy importantes, que deben ser abordadas desde distintos puntos de vista. Así, desde la administración se deben desarrollar políticas públicas que enmarquen estos cambios en un contexto definido, desde la economía se producen profundos cambios en las matrices productivas y desde el ámbito legal se necesita una cobertura sólida que genere nuevas leyes para proteger nuestros derechos antes este tipo de avances.

Nuevos sectores que se están adaptando con rapidez

Por otro lado, esta situación está generando el surgimiento de nuevos sectores empresariales, que aprovechan la digitalización y el desarrollo tecnológico para desbancar a otras compañías que no son capaces de adaptarse con tanta rapidez. Uno de los casos más notables se aprecia en las empresas emergentes, que tienen más opciones de triunfar a largo plazo al ser nativas de un cambio digital que no se entiende sin esta cuarta revolución industrial.

Otro ejemplo pueden ser modelos de negocio que ya hemos interiorizado con naturalidad, como el comercio electrónico, las plataformas de streaming o la inversión en los mercados financieros. Sin embargo, incluso estos sectores están adaptándose con rapidez a los cambios recurrentes de la digitalización, como sucede con el CFD trading y otras estrategias novedosas para impulsar el crecimiento económico. Los CFD, Contratos Por Diferencia, permiten a los traders operar con acciones sin necesidad de poseerlas, por lo que es un elemento utilizado por los traders a la hora de especular sobre los movimientos del mercado.

Una tendencia que se acelera con el paso del tiempo

Finalmente, merece la pena destacar que estas tendencias se aceleran con el paso del tiempo, por lo que supone un reto mayúsculo adelantarse a los cambios a la hora de legislar, invertir o impulsar políticas públicas. Eso sí, a corto plazo ya se pueden dilucidar ciertas consecuencias que necesitan ser abordadas con rapidez, a pesar de que los mecanismos de actuación suelen ser lentos y requieren de grandes inversiones de dinero.

Esto nos deja un panorama incierto, pero con muchas oportunidades por delante para crecer a nivel económico y social. De este modo, no se puede ver este proceso de transformación como una amenaza, sino como una ventaja competitiva que tendrán aquellas regiones que sean capaces de tomar las decisiones correctas de forma transversal, entendiendo que es un proceso irremediable que se acelera con el paso del tiempo.

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