Esto quiere decir que el 68% del paro de larga duración se ha generado durante la crisis y que siete de cada diez desempleados que llevan mucho tiempo sin trabajo lo son desde que comenzó la crisis económica (tercer trimestre del 2007).
El número total de parados de larga duración sobre el total de desempleados (4,1 millones) se sitúa en el 29,52% frente al 20,6% que registró hace un año, cuando la tasa volvió a emprender la ruta alcista tras haber bajado en los años anteriores.
De esta forma, ha regresado a niveles de 2001, ya que tres de cada diez desempleados llevan más de un año buscando empleo, mientras que hace un año sólo dos de cada diez parados se encontraban en esa situación.
El número total de parados de larga duración se situó en el tercer trimestre en 1.217.300 personas, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), lo que supone un aumento del 11,7% respecto al trimestre precedente.
En el último año, el número de parados en esta situación aumentó en 681.400 personas (+127,2%), encadenando así su séptima subida consecutiva desde que en el primer trimestre de 2008 abandonara la tendencia a reducirse.
La tasa de paro de larga duración alcanzó el 5,29% en el tercer trimestre del año, más del doble de la registrada en el trimestre anterior (2,34%), lo que, según Agett y Ceprede, muestra una de las «facetas más duras» del deterioro de la situación laboral en España.
A su parecer, destacan las crecientes dificultades para encontrar empleo ya no sólo a corto plazo sino también a medio y largo plazo, ya que el «fuerte incremento» del tercer trimestre de 2009 es el más elevado desde el cuarto trimestre de 1993.