El Colegio Notarial de Cataluña y la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña rindieron anoche homenaje a Juan Vallet de Goytisolo, notario de profesión y reconocido por muchos como el más destacado jurista del siglo XX, fallecido recientemente. El acto, presidido por el Decano del Colegio, Joan Carles Ollé, y el Presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña, José-Delfín Guardia Canela, contó también con la intervención de Landelino Lavilla, Presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Estuvieron así mismo presentes Miguel Ángel Gimeno, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y Eugeni Gay Montalvo, Vicepresidente del Tribunal Constitucional.
En la foto: De izquierda a derecha: José Juan Pintó Ruiz, Miguel Ángel Gimeno, Landelino Lavilla, Joan Carles Ollé, José Delfín Guardia, Eugenio Gay y Juan-José López Burniol.
Glosó la figura del homenajeado el notario Juan-José López Burniol, quien destacó que, para su generación, Vallet fue una “cita obligada, continua y prestigiosa”. Tras repasar su infancia, juventud y plenitud, López Burniol quiso destacar “su obra jurídica de primera magnitud, ingente y de alta calidad”, a la que definió como “la obra de un gran jurista, de sólida formación romanística y depurado por el estudio de los clásicos catalanes y castellanos, pero también la obra de un notario, que es a lo que dedicó gran parte de su vida”. En su glosa, remarcó la triple condición de Vallet de Goytisolo como “extraordinario jurista y pensador catalán, español y europeo, su perfil iusnaturalista, y el hecho de ser un jurista formado en el seno de la escuela jurídico-catalana pero encajando en la mejor tradición conservadora europea.”
También José-Juan Pintó Ruiz, Doctor en Derecho y ex Presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña, glosó la figura de Vallet de Goytisolo, al que calificó como “un auténtico maestro para esta generación y para la futura”. En su discurso destacó su fundamento en tres fuentes: el estudio de la ciencia del Derecho, su función notarial y su conocimiento ontológico. Así, comentó que “Vallet se nutre y absorbe en profundidad sus conocimientos jurídicos – ciencia y experiencia -, los reelabora y los revierte de nuevo, digeridos, ordenados, aumentados, perfeccionados y sistematizados a la misma sociedad.” También destacó su posición de prudencia y sentido común, basada en una vida de estudio y práctica notarial, así como “su auténtico humanismo cristiano”.
Por su parte, José-Delfín Guardia Canela, Presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña, quiso destacar su condición de jurista y académico de primera línea, su perfil de historiador de la ciencia jurídica, para finalizar afirmando que “la Academia debe corresponder a Vallet con este acto, que es de Justicia”. El Decano del Colegio Notarial de Cataluña, Joan Carles Ollé, remarcó que “su importante obra excede el ámbito estrictamente notarial”, definiéndolo como “un enorme civilista, además de contar con una inmensa cultura jurídica y humanística, que lo convirtieron en un referente de primer orden en el Derecho Europeo”. Así mismo, aprovechó para destacar la celebración, este año, del 150 Aniversario de la Ley del Notariado, que marcó el inicio del Notariado moderno, y remarcó que “los notarios hemos sabido adaptarnos a los cambios y la evolución de la sociedad, viviendo un proceso de modernización y de transformación tecnológica que nos sitúa en un punto de centralidad”.
Por su parte, Landelino Lavilla, Presidente de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, destacó la permanente vinculación de Vallet a sus raíces catalanas y destacó su prolongada e intensa actividad en la Real Academia. Destacó, así mismo, “la hondura intelectual de su pensamiento, la fidelidad a sus convicciones y su condición de jurista cabal y concreto”. De su legado quiso destacar su iusnaturalismo y su historicismo, además de su extensa obra, a la que consideró como “expresión final y casi fundamental de su aportación a la ciencia y la filosofía jurídicas”.
Juan Vallet de Goytisolo (Barcelona, 1917 – Madrid, 2011) se licenció en Derecho en 1939. En 1942 obtuvo plaza de notario, en Torroella de Montgrí. En 1949, a través de oposición directa, gana plaza en Madrid, donde permanece hasta su jubilación en 1987. Miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, en la que ingresó en 1963 con un discurso sobre «Perspectiva histórica de las cautelas testamentarias de opción compensatoria de la legítima», la presidió en el periodo 1999-2000, siendo nombrado entonces miembro honorario. En 1966, también ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Fue también miembro de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña, del Institut d´Estudis Catalans y del Istituto di Diritto Agrario de Florencia. Presidió la Unión Internacional del Notariado Latino (1978-1980). Se doctoró en Derecho por la Universidad de Madrid (1965) y fue Doctor Honoris Causa de la Universidad Notarial de Argentina y de la Universidad Autónoma de Barcelona, así como merecedor del Premio Puig Salellas (2010) y del Premio Montesquieu, otorgado por la Academia Montesquieu de Burdeos. Tras su jubilación como notario intensificó su actividad docente, impartiendo cursos de doctorado en diversas universidades e inició su actividad profesional como abogado.
Su obra jurídica, de primera magnitud, se inició en 1944 e incluye artículos publicados en los Anales de la Academia Matritense del Notariado, de la Real de Jurisprudencia y Legislación, el Anuario de Derecho Civil, las Revistas Crítica de Derecho Inmobiliario, de Derecho Mercantil, de Derecho Notarial, de Derecho privado, General de Legislación y Jurisprudencia, Internacional del Notariado, Jurídica de Cataluña, de Estudios Políticos, la Revista Verbo y los principales diarios españoles e hispanoamericanos, entre otros. Su aportación se centró, en primer término, en Derecho Civil, y posteriormente penetró en la filosofía del derecho, la sociología y la ciencia política.
El Colegio Notarial de Cataluña es la entidad que integra y representa, como corporación de Derecho público, a todos los notarios que ejercen la profesión en el territorio catalán. Es el mayor de los colegios de notarios de España, con 557 notarías demarcadas. El Notariado presta una función pública de gran transcendencia basada, fundamentalmente, en dos principios básicos: garantizar la seguridad jurídica a los ciudadanos y hacer cumplir la legalidad a los negocios jurídicos de la vida civil y mercantil. El Colegio está gobernado por la Junta General, formada por la totalidad de los notarios en activo en Cataluña, y la Junta Directiva, encabezada por el decano del Colegio, Joan Carles Ollé Favaró