Bankia y el reciente rescate a España han puesto al sector bancario en boca de todos, y no precisamente para bien. Desde el profundo conocimiento del negocio Miguel Ángel González, autor de “Pierde la Banca”, Lid Editorial Empresarial 2012, va más allá de estos asuntos o de los ya muy conocidos errores asociados al sector inmobiliario, enumerando los fallos de gestión en los que han incurrido buena parte de nuestras entidades financieras.
“Pierde la banca” pone de manifiesto que sus errores nacen de causas tan variadas y decisivas como una visión cortoplacista, el desenfoque del negocio, el desplazamiento del cliente como centro del mismo, los objetivos desmedidos e impuestos de forma indiscriminada a las sucursales, con las consecuencias negativas que todo ello conlleva para el usuario.
Trata además de la intromisión de los políticos en las cajas de ahorros y su resultado: la ruina total o el riesgo de quiebra a la que las han llevado, o su salida airosa y bien pagada, lo que sin duda justifica la pérdida de imagen del sector. El libro deja claro, no obstante, que no todo el sector merece estar en entredicho. Muchos bancos y algunas cajas han hecho bien su trabajo. Después de la presentación a la que hemos acudido hemos querido conocer su opinión sobre los temas financieros de la actualidad
Sr. Gonzalez ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de esta crisis bancaria’
Hay muchos aspectos de esta crisis que pueden llamarnos la atención. Si analizamos la fotografía actual del sector, lo que vemos es que unas cuantas entidades, normalmente cajas de ahorros, nos han llevado a una situación delicada, lo que ha tenido un impacto muy negativo en nuestra imagen como país en los mercados y nos ha llevado a un rescate que, si lo añadimos al procedimiento que tenemos abierto enla U.E.por el déficit excesivo, nos lleva a aceptar condiciones muy duras que afectan a muchos ciudadanos.
Como positivo me llama la atención la fortaleza de la mayor parte de nuestro sistema financiero para soportar en sus cuentas y sin ayudas una crisis de este calado. Y en este grupo de los que lo han hecho bien no solo hay bancos, sino también muchas cajas de ahorros, lo que demuestra que lo que fallan son las personas y sus actuaciones, no necesariamente la forma jurídica de las entidades. Si bien es cierto que ese híbrido público-privado que supone las cajas podrían facilitar mas una situación como la que se ha producido.
Y ya como aspecto mas que negativo, indignante, la falta de ética que han demostrado muchos altos ejecutivos de cajas de ahorro quebradas, con el reparto de indemnizaciones que en muchas ocasiones habrían de calificarse de obscenas.
¿Es una buena idea desde su punto de vista crear un banco malo con activos inmobiliarios?
Los bancos malos o las sociedades de gestión de activos dañados, pueden ser una buena solución, depende como se valoren esos activos. El paso primero en las entidades financieras es reconocer ese valor, más bien reconocer la pérdida de valor de algunos activos inmobiliarios, que ha sido considerable en estos últimos tiempos, especialmente en la financiación de suelo y de promociones en curso, no tanto en las hipotecas para compra de vivienda a particulares, donde los índices de morosidad, aun no siendo buenos, son asumibles hoy por hoy.
Reconocidos los quebrantos conviene cuanto antes liberar estos activos del balance poniéndolos en venta. Hasta ahora las entidades no han sido ágiles en llevar a cabo este proceso, seguramente porque no han reconocido la pérdida del valor. La creación del banco malo o sociedades de gestión, en consecuencia, permite sacar del balance todos esos activos y, si se ponen en valor al precio adecuado, venderlos cuanto antes sin generar más pérdidas que las ya declaradas, pudiendo recuperar los fondos inyectados en estos bancos.
¿Considera que el sector financiero español está capacitado para ser el motor del resurgir de nuestra economía?
Comentaba antes que una parte importante del sector financiero español, en torno al 75%, ha soportado hasta ahora el impacto de una crisis brutal. Adicionalmente los mayores bancos españoles obtienen la mayor parte de sus ingresos fuera de España, lo que les posibilita no estar tan afectados por la situación interna.
Las debilidades que pueda tener el sector de cara a recuperar la actividad crediticia hacia los clientes tienen que ver, en mi opinión, con varios factores:
-por una parte los bancos están cargados de deuda pública española, ante la negativa/imposibilidad del BCE a comprarla
-Muchas empresas y particulares tienen que pasar por un proceso de desapalancamiento, de manera que es preciso reducir la deuda privada que tenemos comprometida. Cada mes los bancos tienen que hacer frente a fuertes vencimientos que disminuyen su capacidad de crecer en créditos. Mientras tanto siguen cerrados los mercados mayoristas ya que, aunque hay dinero, no hay confianza.
-Las condiciones del rescate financiero van a obligar a todos los bancos, no solo a los que necesiten esa ayuda, a reforzar su capital, lo que obviamente supone una nueva vuelta de tuerca que les impide prestar en la medida de lo deseable.
-Por último tampoco la economía española muestra aún signos de fortaleza suficiente como para generar una demanda solvente de crédito, de tal manera que los bancos han elevado sobremanera la exigencia de garantías, además de los precios.
¿Le han sorprendido las declaraciones en el Congreso de diferentes responsables del mundo financiero sobre nuestro sector?
Hasta ahora no se han producido muchas sorpresas en las declaraciones de los diferentes responsables que han pasado por el Congreso; se reconocen errores de los demás y hay poca o ninguna autocrítica. En cualquier caso lo preocupante es que la tónica general de estas declaraciones, y me temo que los que quedan por pasar irán mas o menos por la misma vía, es que todo el problema ha sido debido a los excesos en el crédito producto de una expansión de la economía sin precedentes….
Es decir que no parece que se vaya a profundizar en los errores más allá de lo hasta ahora conocido. Pero alguien tendrá que decir que no todo han sido errores o que al crecimiento, que puede ser una imprudencia, en muchos casos una impericia, al estar algunas entidades en manos de políticos y no de profesionales, le ha seguido en algunas ocasiones la codicia, porque se han producido actuaciones muy censurables que exigen responsabilidades que espero se diluciden, especialmente en los casos en los que muchos ejecutivos de entidades quebradas, que ahora precisan ayudas públicas, se han lucrado personalmente y por cifras nada desdeñables.
Normativa financiera y reguladores, habría que modificarlos en su funcionamiento?
Las normas están hechas, y uno de los motivos por los que el sistema financiero español estaba considerado de los más fuertes tenía que ver precisamente con la regulación más estricta de las provisiones anticíclicas.
Los inspectores del Banco de España en su día dieron la voz de alarma, lo que implica que si el crecimiento desordenado no se paró o no se pusieron medidas no fue porque los profesionales de la inspección no lo dijeran.
Desde luego siempre es posible mejorar la normativa, y de hecho vendrá mejorada o más estricta como un condicionante del rescate financiero dela U.E., pero en esta cuestión, como en casi todo referido a la situación actual del sector, lo que han fallado son algunos responsables, algunas personas, algunos ejecutivos.
Algunos cambios regulatorios, en los que ya se han avanzado, también irán hacia el control de las retribuciones, especialmente cuando hay dinero público.
La banca ha perdido la credibilidad. ¿Que aconseja para que vuelva a recuperarla?
Por más que insistamos en decir que la mayor parte del sistema financiero español es sano, está claro que como sector ha perdido la credibilidad ante el ciudadano; de hecho ha pasado a ser el sexto problema para los españoles según la última encuesta del C.I.S.
Muchas cosas influyen en ello, los desahucios, el rescate y sus condiciones, la venta de productos de forma indiscriminada a clientes que no han conocido las condiciones y se encuentran con pérdidas inesperadas, las ya comentadas indemnizaciones de algunas cajas, etc. Todo ello ha contribuido a la imagen negativa del sector.
Para recuperarla lo que tiene que hacer la banca es un giro de 360%, es decir, volver a los orígenes: prestar con prudencia y si tu balance te lo permite, considerar al cliente el foco del negocio, generando con él relaciones duraderas, basadas en el gana-gana y no transacciones basadas en el gana-pierde. Adecuando los objetivos a la situación económica del momento, de manera que no sea exigible a la red de ventas crecer cuando la economía cae, porque eso, inevitablemente lleva a malas prácticas con un gran perjudicado, que es el cliente, y al final la propia entidad, como se ha visto.