Según señaló el autor del estudio, el catedrático de Economía Aplicada de la UAB Josep Oliver, a pesar de que las mujeres aportaron casi medio millón de activos al mercado laboral entre 2008 y 2009, la destrucción de empleo se cebó menos en ellas.
De los 2,3 millones de puestos de trabajo que la crisis eliminó, las mujeres supusieron más de 700.000, frente a los 1,5 millones de hombres que se quedaron sin empleo.
Esto se explica, en parte, por la mejor formación que se observa en el colectivo de trabajadoras -el 30% tiene estudios superiores-, lo que favorece la conservación del empleo en épocas de crisis, así como a su mayor presencia en el sector terciario, que ha perdido casi un 2% de sus empleos por la crisis, frente a las caídas del 30% en la construcción y del 20% en la industria, sectores más masculinos.
La tasa de desempleo en España también ha experimentado una evolución hacia la convergencia entre ambos sexos. El paro masculino se situó en el 19,2% a finales del pasado año, frente al 18,7% registrado entre las mujeres.
El peso de las trabajadoras en paro sobre el total de desempleados también ha disminuido del 53% a principios de la crisis hasta el 44,8% a finales de 2009.
El paro masculino superó por primera vez en 20 años a la tasa de desempleo de las mujeres.
Mientras que la crisis ha supuesto un aumento del paro del 194% en el caso de los hombres, las mujeres paradas han aumentado un 89%.Este fenómeno permite eliminar «el estereotipo de que el desempleo en España es juvenil y femenino», según Oliver, ya que el paro femenino supone ya menos del 50% del total.





