La Federación Estatal de Asociaciones Profesionales de Agentes de Igualdad de Oportunidades (FEPAIO) ha celebrado en Madrid su 2º Congreso Estatal, donde se ha dado cita una destacada representación de especialistas en igualdad de partidos políticos, sindicatos y organizaciones feministas. Todos han coincidido en la necesidad de regular una profesión imprescindible para atajar la discriminación de las mujeres en el ámbito social y laboral.
“La profesión de Agente de Igualdad es fundamental para que las Políticas Públicas de Igualdad sean eficaces. Y aunque hay propuestas formativas y se reconoce su figura, existe una disparidad de perfiles que favorecen el avance de un intrusismo que amenaza la efectividad de las políticas públicas”, explicó Ana María Julián Edo, Presidenta de FEPAIO. Abrió el Congreso la Directora General de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Verónica Martínez Barbero, agradecida de que se abra un debate sobre la profesionalización de la Igualdad en el trabajo, ya que “nuestra sociedad es un reflejo de nuestras relaciones laborales«. Tras ella intervino Soledad Murillo, profesora Titular de la Universidad de Salamanca, para quien “es una contrariedad que existan masters de igualdad en las universidades, pero no sean habilitantes para la profesión”.
Y fue precisamente la formación uno de los aspectos más debatidos durante las diferentes mesas redondas con las que contó el Congreso, porque, como reprochó Eva Tobías, Primera Teniente de Alcaldía del Ayuntamiento de Logroño y Concejala de Igualdad, “no podemos entender la salud sin profesionales de la medicina, ni la educación sin maestras ni maestros; pero esta correlación no se da en materia de igualdad de género”, y apeló a la política como “palanca de cambio”. Esta misma idea arrojó Miguel Soler Gracía, Secretario Autonómico de Educación y FP de la Generalitat Valenciana, ya que “contar con profesionales cualificados que impidan el intrusismo requiere una posición política decidida por parte de los gobiernos correspondientes”.
Apoyo parlamentario y de los sindicatos
Aludidas, las tres representantes políticas presentes coincidieron en la necesidad de reconocer esta figura profesional, y se comprometieron a elevar a iniciativas parlamentarias las conclusiones del congreso. Para Mª del Carmen González Guinda, Diputada Nacional y Vicepresidenta Segunda de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados por el PP “es necesaria una legislación básica para que la formación sea igualitaria y contemos con unos mínimos homologables en todo el territorio a la hora de sacar las plazas de Agentes de Igualdad”. Sofía Fernández Castañón, Diputada Nacional y portavoz en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados por Podemos, por su parte, aseguró que “es necesaria una reforma fiscal con perspectiva de género; esperamos que la profesionalización de la igualdad sea una punta de lanza para lograr esa sociedad que todos y todas queremos«. Por último, Sara Giménez Giménez, Diputada Nacional y Portavoz en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados por Ciudadanos, cree “necesario incorporar la figura de la Agente de Igualdad en la empresa privada, igual que existen profesionales especializadas en RRHH, para garantizar que se implementan medidas de conciliación efectivas”.
En este sentido Paloma Urgorri Pedrosa, Inspectora y Coordinadora de Igualdad en la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social explicó que “es fundamental profesionalizar esta figura en las empresas para enfocar correctamente la lucha por la igualdad«, y considera que para ello “las inspecciones de trabajo ejercen una gran labor pedagógica”. Lo dijo en una mesa redonda sociolaboral, en la que coincidió con representantes de los distintos sindicatos, y donde se debatió la problemática de los actuales planes de igualdad en la empresa privada. Según Laura Estévez Fernández, Secretaria Confederal de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, “solo una de cada cuatro empresas obligadas a tener un plan de igualdad realmente lo tienen«, y considera que “la empresa debe saber que necesita una persona especializada en cuestiones de género”. La misma idea expresó Cristina Atoñanzas Peñalva, Vicesecretaria General de UGT, para quien “todas las empresas de nuestro país deberían tener un registro retributivo y, a la hora de negociar los convenios colectivos, valorar los puestos de trabajo de forma objetiva, pero con perspectiva de género”.
Carolina Viral López, Secretaria Confederal de Mujeres, Igualdad y condiciones de trabajo de CCOO, cree que las Agentes de Igualdad “deben formar parte del diálogo social, con profesionales dentro de las empresas, ya que la Igualdad será la gran revolución de este siglo”, mientras que Eva Fernández Urbón, Secretaria Nacional de CSIF piensa que el problema radica en que “el sector padece gran precariedad laboral, y hay muchas empresas dedicadas a la igualdad que carecen de profesionales con cualificación y formación en materia de igualdad entre mujeres y hombres. Necesitamos personal preparado para implementar una igualdad real y efectiva dentro del ámbito laboral”. Por último, Maru Menéndez González-Palenzuela, Subdirectora General de Políticas Activas de Empleo del SEPE sacó a la palestra las consecuencias de la pandemia en el marco laboral femenino, sobre todo causadas por el teletrabajo, y que para la mayoría de las presentes es “un tema que requiere de profundísima reflexión. El teletrabajo no es una medida de conciliación”, explicaron.
El feminismo cierra filas con la profesión
Participaron también en el Congreso destacadas representantes feministas en la Administración, como M.ª Antonia Morillas Gonzalez, Directora del Instituto de las Mujeres, para quien “es necesario profesionalizar las políticas públicas de igualdad y cuento con FEPAIO para ello”; Meritxel Benedí Altes, Directora del Institut Català de les Dones, que añade que “lo importante es la capacidad de organización del colectivo, porque con ello se consigue la regularización de la profesión y la estandarización” y Eva Istúriz García, Directora del Instituto Navarro de Igualdad, quien considera que “las agentes de igualdad debemos ofrecer fórmulas para articular el trabajo entre las asociaciones de mujeres y las instituciones públicas. Somos una profesión clave y no podemos permitir que los recursos de los fondos europeos carezcan de nuevo una perspectiva de género con enfoque feminista y transformador”, argumentó
También en cuanto a los aspectos internos de la profesión, Ana Fernández de la Vega, Presidenta de la Asociación Profesional de Consultoría de Género explicó que “el abanico de las profesionales de igualdad, que contempla agentes, promotoras y las consultoras, no es excluyente, pero debe estar regulado y sus funciones bien definidas”. Lo comparte Fátima Anllo Vento, Presidenta de la Asociación Clásicas y Modernas, para quien “se debe establecer un marco profesional más claro, ya que su figura es clave para conseguir transformar la realidad social”.
Un gran impulso para la profesión sería, según Rosa M.ª Fernández Sansa, Presidenta del Lobby Europeo de Mujeres (LEM) en España «que la administración pública creara una sensibilización en torno al término de agente de igualdad, porque es algo desconocido y subvalorado. Es una profesión que debe expandirse, y que debe tener más apoyo por parte de la administracion”, exigió. Esta creación de una cultura propicia para la figura profesional de Agente de Igualdad es importante también para Begoña San José Serran de la Plataforma Impacto de Género, porque “ya que no podemos impedir que las empresas contraten a quien quieran, debemos inculcarles que existen asesoramientos de calidad”.
Por último, Paula Matas Trenas, Jefa del Servicio de Transversalidad de Género del Ayuntamiento de Madrid ensalzó la gran labor que hacen las 34 agentes de igualdad del consistorio madrileño, “por su alta cualificación y su nivel técnico, y cómo su trabajo puede servir de ejemplo para que otras administraciones cuenten también con un cuerpo especializado de agentes expertas en políticas de igualdad”.
