Tener un abogado siempre a mano nunca está de más. Hablamos de un abogado de cabecera, que esté siempre dispuesto a ayudarte en cualquier asunto legal que se te ponga por delante. Muchos expertos lo comparan con tener un médico de cabecera, al que siempre acudes por diferentes motivos para curarte en salud. A veces para prevenir y otras para curar cuando se padece una enfermedad o problema con la salud.
Lo mismo debería pasar con el Derecho. Cuando se desconoce el mundo de la abogacía, éste parece un mundo oscuro, lleno de problemas y al que solo acudimos cuando tenemos un caso extremadamente grave o cuando necesitamos asistencia legal. Pero el abogado es mucho más. Se trata de una relación de confianza que se establece con el objetivo de prevenir cualquier tipo de problema, que es cuando es más fácil solucionarlo. La población no debería esperar a que hubiera un conflicto para contactar con un abogado, ya que muchos aspectos de nuestras vidas, por no decir la gran mayoría, se rigen por leyes y es nuestro deber conocerlas y cumplirlas.
Por ejemplo, si todos los mallorquines consultaran con su abogado penalista en Palma de Mallorca de confianza, antes de realizar cualquier conducta, éste les podría orientar y asesorar sobre cualquier hecho típico y su consecuencia jurídica.
Si se normalizara tener un abogado para ti, se normalizaría también el trato continuo con esta figura, a la que le podrías consultar para todo tipo de temas y crear un lazo de confianza capaz de proporcionarte tranquilidad.
Esta relación implica un trato directo y continuo, un abogado de proximidad, una relación de confianza para que el abogado conozca tus antecedentes, tu historia y evaluar los posibles riesgos que te pueden acechar en algún momento dado.
Tener un abogado de cabecera puede ayudarte en:
- prevenir futuros problemas, informándote de los pros, contras y marco legal de cualquier acción que quieras acometer.
- lograr acuerdos con otras partes sin la necesidad de que los conflictos se resuelvan siempre en los juzgados.
- ahorrarte tiempo, buscando otros abogados y exponiendo numerosas veces tu caso
- ahorrarte dinero, ya que todo lo queda centralizado en una sola persona o despacho de abogados
A la hora de elegir un abogado penal hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Especialización. Cuando te duelen las rodillas, quieres un médico que esté lo más especializado en rodillas posible. Lo mismo debería pasar con los temas legales. Tu tema siempre tendrá componentes muy únicos, por lo que hay que encontrar al mejor abogado especialista de la rama del derecho que encaje en tu problema. Cuanto más especializado esté en tu problema, mucho mejor te irá a la hora de resolverlo. El abogado habrá pasado por otros casos similares y, en una primera visita, ya te podrá orientar sobre qué estrategia elegir. Por ejemplo, en Castell Abogados, despacho situado en Palma de Mallorca, están especializados en cada una de las ramas del derecho, teniendo equipos y abogados penalistas en Palma de Mallorca, civilistas, mercantilistas, expertos en inmigración, laboral e internacional.
- Experiencia. La experiencia va muy ligada a la especialización. Esta se convierte en un valor extra. Haber tratado, y no solo estudiado, con casos similares durante años o un largo periodo de tiempo, te proporcionará seguridad y confianza.
- Trato. El trato siempre tiene que ser lo más cercano posible. El abogado domina las leyes, igual que tú dominas otros temas. Él te tiene que asesorar con total cercanía y con palabras que entienda todo el mundo sobre las posibles soluciones a tu tema. Tiene que ser tu persona de confianza máxima en todo el proceso.
- Información y transparencia. Para que se dé esta confianza, es necesario que haya un flujo de información continuo entre el abogado y el cliente. Eso incrementará la transparencia entre ambas partes y mejorará todas las partes del proceso.
