Ahora que se acerca septiembre, la “vuelta al cole” empieza a estar presente en el día a día de muchos españoles. Así, son muchas las familias que han empezado a buscar material escolar, libros, mochilas, uniformes, etc. Este año, una vez más, se prevé que la mayoría de estas compras se harán por Internet. La pandemia y las restricciones provocadas por la COVID-19 han acelerado la digitalización y han favorecido el auge de las compras electrónicas. Son muchos los que continuarán realizando sus compras por internet tras el éxito del año pasado motivado, en gran medida, por las restricciones y la comodidad de recibirlo en casa, evitando aglomeraciones.
Cada vez estamos más acostumbrados a comprar en Internet, pero ¿conocemos nuestros derechos? Desde DAS Seguros recuerdan que en la red nuestros derechos se regulan en la Ley de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico y en la Ley general de defensa de los consumidores y usuarios.
Aspectos a tener en cuenta en la compra por Internet:
- Devolución de la compra: Cuando compras por Internet tienes 14 días para devolver lo que has comprado sin necesidad de justificación. En caso de devolución, te tendrán que reintegrar el dinero que pagaste. Sin embargo, los expertos de DAS Seguros recuerdan que hay casos en los que la devolución en 14 días sin justificación no es posible, por ejemplo, cuando se trata de productos perecederos como la comida o de objetos personalizados. No obstante, en estos casos el consumidor podría reclamar si el producto que recibe no es el que compró o si no está en buen estado.
- Conocer los datos completos del producto o servicio que vas a comprar: En la web deben aparecer todos los datos del producto: precio, características, garantías, etc. Debe reflejarse toda la información necesaria para que el consumidor pueda decidir de forma totalmente consciente sobre la compra.
- No tener recargo en función de la forma de pago: No se pueden imponer recargos por pagar con tarjeta de débito en lugar de con Paypal, por ejemplo.
- Conocer los gastos de envío: Generalmente, las tiendas online cobran gastos por enviar el producto. En cualquier caso, el consumidor tiene derecho a saber cuánto le van a cobrar por éstos antes de realizar la compra, así como los gastos en caso de devolución del producto.
- Identificación del vendedor: El vendedor debe identificarse en la web con su denominación social, CIF, datos de domicilio y contacto.
- Protección de datos personales: La web donde compres deberá cumplir con las obligaciones que establece el Reglamento General de Protección de Datos. Las empresas que venden por Internet deben informar al comprador sobre la utilización de los datos que recopilen, así como sobre su derecho a acceder, modificar o cancelar esos datos si lo desea.
- Plazo de entrega: Es uno de los datos más importantes. Cuando la tienda online no informe sobre el plazo de entrega, éste será de 30 días. En el caso en que el vendedor no cumpla con el plazo de entrega, debe comunicarlo al consumidor que podrá decidir si continuar con la compra o desistir. En este segundo caso, la empresa deberá devolver el dinero de la compra.
Más allá de los aspectos citados, los expertos legales de DAS recuerdan que existen algunas precauciones a tener en cuenta para comprar con seguridad en la red como utilizar contraseñas seguras y cambiarlas cada cierto tiempo, verificar que la URL de la empresa empieza con https://, evitar la utilización de redes públicas como el wifi de un aeropuerto o de una cafetería y no enviar, bajo ningún concepto, información bancaria por correo electrónico.
¿Cómo reclamar si surge algún problema con la compra?
Desde DAS Seguros recomiendan guardar siempre toda la información de la compra por si se necesita en algún momento: correos electrónicos, facturas, albaranes de entrega o certificado de garantía, entre otros. En primer lugar, ante cualquier incidente, el consumidor debe dirigirse al servicio de atención al cliente y detallar lo sucedido.
Si no se resuelve el problema o la empresa tarda en responder, el consumidor puede consultar con un abogado los pasos a seguir para enviar una reclamación por burofax. Se trata de un servicio de correos que deja constancia del contenido y del acuse de recibo de una comunicación.
Si aun así no obtiene una solución, el consumidor puede entonces presentar una hoja de reclamación en la oficina del consumidor (OMIC) correspondiente a su domicilio. Si tampoco queda satisfecho por esta vía, el consumidor puede realizar una solicitud de arbitraje y presentarla ante una Junta Arbitral de Consumo. Este sistema es voluntario por lo que el vendedor no tiene la obligación de acogerse a él. Además, los expertos legales de DAS recuerdan que no es un servicio gratuito, sino que tiene un coste económico variable en función del servicio arbitral al que el interesado se dirija y, por lo general, acostumbra a ser mayor al de la propia reclamación.
Como último recurso y una vez agotada la vía amistosa, el comprador puede presentar una demanda ante los tribunales para reclamar, siempre y cuando la reclamación esté bien fundamentada. En este sentido, desde DAS aconsejan consultar con un abogado sobre la viabilidad de la demanda y el coste que puede tener el procedimiento.
Si el consumidor cree que ha sido víctima de un robo de datos, de una estafa o de otro delito telemático, puedes presentar una denuncia ante cualquier fuerza de seguridad que no sea la policía local.
Fuente: DAS