Vivimos en un mundo cada vez más global e interconectado, donde la comunicación eficaz entre lenguas y culturas es más importante que nunca. En contextos jurídicos y oficiales, la exactitud e integridad de los documentos traducidos son aspectos fundamentales. Aquí es donde entra en juego la traducción jurada, un concepto que ha cobrado especial importancia en los últimos años debido a la globalización, el comercio internacional, el turismo y los cambios en los procedimientos de inmigración.
¿Qué es una traducción jurada?
La traducción jurada se refiere a la traducción de documentos que tienen relevancia jurídica. Estos documentos pueden incluir actas de defunción, certificados de matrimonio, certificados de nacimiento, certificados de trabajo, contratos, expedientes académicos y sentencias/documentos judiciales, entre otros. Una traducción jurada es realizada por un traductor jurado nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y que cuenta con una autorización legal para realizar este tipo de traducciones oficiales o certificadas. El traductor jurado certifica la integridad y fidelidad del texto traducido. Sin embargo, no puede confirmar la validez y la veracidad del texto original.
Al presentar documentos en idiomas extranjeros a las instituciones o administraciones públicas, tanto en España como en países dentro de la Unión Europea (UE), normalmente tendrá que presentar una traducción jurada. En estos casos, las personas interesadas pueden contratar los servicios de traducciones juradas online en Tradutema.com, empresa sevillana que cuenta con un equipo especializado de traductores jurados oficiales designados por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
¿Cuál es la diferencia entre traducción jurada y traducción jurídica?
Aunque, en un principio, pueden parecer dos conceptos similares, la traducción jurada y la traducción jurídica no son lo mismo. Las traducciones juradas tienen validez jurídica, ya que son emitidas por los propios traductores jurados, que se responsabilizan jurídicamente de la integridad y la fidelidad del contenido de la traducción. De esta forma, las traducciones juradas son válidas para cualquier trámite ante la administración de un país u otro organismo oficial. Por el contrario, las traducciones jurídicas son traducciones especializadas en el campo del derecho. Los traductores jurídicos no sólo dominan la terminología jurídica, sino que también tienen un profundo conocimiento de la jurisprudencia de cada país específico de las lenguas que intervienen en el proceso de traducción.
Tipos de documentos oficiales que pueden requerir una traducción jurada
Una traducción jurada puede ser necesaria para todo tipo de documentos. En los países de la Unión Europea, es habitual que los documentos oficiales que se enumeran a continuación vayan acompañados de una traducción jurada: certificado de matrimonio, certificado de nacimiento, certificado/acta de divorcio, certificado penal, certificado de trabajo, contrato, DNI/pasaporte, declaración de impuestos, expediente académico, título universitario, y sentencia/documento judicial.
En conclusión, la traducción jurada desempeña un papel fundamental a la hora de facilitar una comunicación eficaz en contextos jurídicos y oficiales. Los traductores jurados nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores garantizan la integridad y la fidelidad de los textos traducidos. De esta forma, los particulares y las empresas pueden presentar los documentos en idiomas extranjeros a las instituciones o administraciones públicas con total tranquilidad.