Merkin, antiguo responsable financiero de GMAC y conocido filántropo, decía hasta ahora ser una víctima del fraude. Pero su suerte cambió.
Cuomo identifica a uno de sus tres fondos (Ascot Fund) como parte de los vehículos financieros que mantenía viva la trama ponzi de Madoff, y cifra en 2.400 millones de dólares el dinero que movilizó por esa vía. Además, recaudó 470 millones en comisiones.
«Se vendía como un gurú de la inversión, cuando en realidad era un maestro del marketing», dice Cuomo, que explica que de esta manera logró «traicionar a centenares de inversores».
Entre sus clientes se encontraban organizaciones benéficas, universidades, fondos de inversión e individuos. El fiscal no dice en ningún momento que Merkin supiera lo que cocía Madoff.
Algunos de sus clientes ya le están demandando por su cuenta, porque se sienten engañados. La documentación entregada por el fiscal revela que el 85% de los inversores no sabía que su dinero iba a parar a manos de Madoff, y los que estaban al corriente recibían información engañosa. Además, obvió los farolillos rojos cuestionando los retornos de Madoff.
Éste es el segundo gran fondo contra el que se presentan cargos. La fiscalía en Massachusetts actuó contra Fairfield Greenwich, que invirtió 6.900 millones en Madoff.