Assange, en libertad tras el pago de una fianza después de ser detenido por la solicitud de extradición presentada por Suecia ante Reino Unido, reside actualmente en la casa de campo de un conocido periodista británico en el este de Inglaterra.
Desde su liberación ha tenido que comparecer a diario en una comisaría cercana y portar en todo momento un brazalete electrónico.
El juez de distrito Nicholas Evans ha aliviado el martes, parcialmente, las condiciones de la libertad bajo fianza, permitiendo a Assange que el 6 y el 7 de febrero permanezca en Londres para la celebración de la vista para su extradición que tendrá lugar el 7 y el 8 y no tenga que desplazarse desde Norfolk, donde reside.
El objetivo de la vista era comprobar que ambas partes están al tanto de todos los aspectos del caso y preparadas para la vista del mes próximo.
Uno de los abogados de Assange, Geoffrey Robertson, dijo que la defensa está preparada y de hecho, según informa el diario ‘The Guardian’, podría dar a conocer a través de Wikileaks los argumentos que empleará para refutar la extradición.
La representante de las autoridades suecas en la vista, Hannah Pye, dijo que no tiene ninguna objeción a que la vista se celebre como estaba previsto dentro de cuatro semanas, informa Sky News.
Al término de la vista, Assange ha hecho unas breves declaraciones a la prensa en las que se ha mostrado «feliz» por el resultado. «He pedido al tribunal que haga llegar a la prensa nuestro esquema argumental», ha indicado, según ‘The Guardian’.
Ha dicho que «el trabajo de Wikileaks sigue inalterable» y que están «acelerando la publicación de los materiales relativos al ‘cablegate'».
Assange se refería así a los 251.000 documentos secretos y confidenciales del Departamento de Estado norteamericano que su página web ha estado publicando en las últimas semanas.