El presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño, Cézar Peluso, negó un pedido de excarcelación del ex activista italiano Cesare Battisti y envió el caso al relator del proceso, el juez Gilmar Mendes.

Peluso tenía en sus manos dos pedidos: uno de los abogados de Battisti para que éste sea excarcelado, ya que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva decidió no extraditarlo a Italia, y otro de representantes del gobierno italiano para que el ex activista permanezca en la cárcel.

Como Mendes y los otros jueces del STF se reintegran al trabajo solamente en febrero, al fin de las vacaciones colectivas, el caso del italiano quedará en suspenso hasta esa fecha.

Battisti fue condenado en ausencia a cadena perpetua por cuatro asesinatos cuando era integrante del grupo radical Proletarios Armados por el Comunismo, en la década de 1970, aunque el ex activista niega terminantemente los crímenes.

El extranjero se encuentra arrestado en Brasil, a pedido de las autoridades italianas, desde 2007.

Hace una semana, en su último día de gobierno, Lula decidió apoyar un informe de la Defensoría del Estado brasileña y decidió que Battisti no será extraditado a Italia, que en rechazo a la medida llamó a consultas a su embajador.

Al negar el pedido de excarcelación, Peluso alegó que no halló en los documentos las condiciones que justificarían la adopción de una decisión en carácter excepcional, «a pesar de la innegable urgencia de la materia, que envuelve cuestión de libertad física».

Peluso recordó que el plenario del STF ya había negado «toda legitimidad jurídica a las causas fundantes de la concesión de refugio» a Battisti y que también se pronunció sobre la «absoluta ausencia de prueba de riesgo actual de persecución política» contra el italiano.

El titular del STF incluso se manifestó en su despacho sobre la propia decisión de Lula de no extraditar a Battisti, cuando afirma que no logró constatar «ningún acto o hecho específico nuevo» que justifique los temores de que el italiano podría sufrir persecución política en su país.

El principal abogado de Battisti, Luis Roberto Barroso, emitió una nota oficial donde afirma que la decisión de Peluso de negar la excarcelación y cuestionar la decisión de Lula «viola la decisión del propio STF, el principio de separación de los poderes y el Estado democrático de derecho».

Barroso incluso apuntó que Peluso «no puede, legítimamente transformar su posición personal en posición del Tribunal». Para al abogado, «no está en juego el acierto o desacierto político de la decisión del presidente de la República, sino su competencia para practicarla».

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