La Comisión Europea (CE) inició ayer  tres procedimientos sancionadores contra Hungría, cuyo gobierno de Viktor Orban se niega a cambiar nuevas leyes de su Carta Magna consideradas incompatibles con la legislación de la Unión Europea (UE).

Los procedimientos de la UE examinarán, en concreto, leyes que amenazan la independencia del Banco Central húngaro y de la judicatura, así como de la autoridad responsable de la protección de datos.

“Hemos esperado que las autoridades húngaras realizaran los cambios necesarios para garantizar el respecto de la legislación de la UE. Eso no ha ocurrido hasta ahora. Por ello, hemos decidido iniciar los procedimientos de infracción”, explicó la CE.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, indicó, en Estrasbugo, Francia, que envió a Budapest una “larga lista de preguntas sobre la independencia del sistema judicial”.

Según Durao Barroso, la decisión fue tomada con base en un “profundo análisis” de la reforma constitucional propuesta por Budapest y el examen refleja la “determinación” de la CE en hacer cumplir la legislación comunitaria, “tanto por escrito como en espíritu”.

“No queremos que una sombra de duda permanezca sobre Hungría en cuanto al respeto a los principios y valores democráticos. Cuanto antes se resuelva esa cuestión mejor”, dijo.

La decisión que hemos tomado  es un ejemplo de nuestra determinación degarantizar el pleno respeto de la legislación comunitaria y un entorno jurídico estable a todos los Estados miembros. Hungría es un miembro fundamental de la familia europea. No queremos que sobre ese país planee la sombra de la duda sobre el respeto de los principios y los valores democráticos. Cuanto antes se resuelvan estas cuestiones, mejor. Me complace anunciar, además, que el Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, estará en Bruselas el próximo martes 24 de enero para discutir sobre nuestras preocupaciones».

Precisamente ese viaje será clave para dirimir una posible sanción al país magiar. Se da  por confirmado que el primer ministro húngaro viaje  a Bruselas el próximo martes para tratar el tema directamente con Durao Barroso. De no atender a las exigencias de Bruselas, Hungría enfrentaría una acción legal y podría ser sancionada con multas financieras.

En ese contexto, la CE ha condicionado dicho préstamo de 20.000 millones de euros a la modificación de la ley sobre el Banco Central. Bruselas ha dado un mes a las autoridades húngaras para tomar las medidas destinadas a enmendar la situación y les ha advertido de que, en caso contrario, el país podría ser denunciado ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Luxemburgo.

 Orbán tiene previsto participar este miércoles, en la sesión del Parlamento Europeo, donde se analizará la situación en Hungría, además de reunirse el próximo día 24 con Barroso en Bruselas.

 La nueva Carta Magna húngara, que entró en vigor el pasado 1 de enero impulsada por el primer ministro conservador, Viktor Orbán, ha sido calificada de «antidemocrática» dentro y fuera de Hungría

 

 

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