Este martes la CNMV europea (ESMA por sus siglas en inglés) lanzó unas directrices para reforzar la supervisión de los fondos monetarios, tradicionalmente considerados como uno de los productos más seguros del mercado. La razón de la advertencia es que la ESMA considera que la elevada incertidumbre geopolítica con múltiples conflictos activos puede afectar negativamente al comercio mundial y por lo tanto a la actividad económica. A esto se suman las tensiones inflacionistas que presionan a los bancos centrales para subir tipos o al menos suspender la tendencia bajista. Todo ello, apunta la CNMV europea, genera un potencial de vulnerabilidad en los mercados financieros que podría afectar a la liquidez de los fondos.
“La ESMA está reconociendo implícitamente que incluso productos conservadores podrían enfrentar riesgos significativos en el entorno actual”, señala Juan Ignacio Navas, socio-director de Navas & Cusí, despacho especializado en regulación financiera. Navas comparte que la inestabilidad geopolítica puede generar movimientos bruscos, retiradas masivas y escasez de liquidez. “Podemos encontrarnos ante una tormenta perfecta si a esto le sumamos la presión que ejerce la inflación sobre la política monetaria de los bancos centrales”, añade el experto.
Los fondos monetarios han sido la estrella en el 2024 en Europa con volúmenes que superan los 375.000 millones de euros y crecimientos superiores al 20%. Inversores institucionales y particulares conservadores han utilizado este instrumento como herramienta para combatir la inflación y como inversión segura alternativa a los depósitos bancarios.
La advertencia de la ESMA alerta de que dicha seguridad quizás no sea plena. “No estamos ante una alerta que sugiera problemas inminentes, pero si ante un ejercicio de prudencia regulatoria, reforzando preventivamente la supervisión para tratar de evitar que los riesgos pudieran materializarse”, señala Navas.
El nuevo marco regulatorio exige test de estrés más exigentes y exhaustivos y colchones de seguridad más robustos. “Desde una perspectiva legal las directrices de la CNMV europea suponen una evolución en el enfoque regulatorio pasando de una supervisión reactiva a una más preventiva que trata de anticiparse a los problemas en vez de gestionarlos; nos parece un buen paso adelante”, concluye el socio-director de navascusi.com