Desde hace varios años, empresas como Flexicar, Cash4far, Ibancar, Gedescoche, Creditio o Rankia publicitan en sus páginas “Liquidez en 24 horas con tu coche como aval. ¡y lo sigues conduciendo!”, “Préstamos con garantía de coche sin dejar el coche”. Pero esta publicidad esconde la realidad: los préstamos con “aval de coche” consisten en un préstamo encubierto a través del cual el propietario del coche obtiene un préstamo rápido y, sin percatarse, entrega al prestamista la titularidad de su coche. Es decir, una venta simulada.
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Desde Caruncho & Tomé alertan de que esta práctica está cada vez más extendida en Galicia y en España. “Según nuestras estimaciones, en Galicia calculamos que los afectados pueden superar los 2.000. En los últimos meses hemos presentado un goteo constante de demandas de clientes que se han visto perjudicados por esta práctica que, en definitiva, es una estafa”, señala Carlos Tomé, Socio Director de Caruncho & Tomé.
Estos préstamos rápidos, de hasta 35.000 euros, se conceden a consumidores de forma inmediata, sin intervención de notario, sin importar si quien lo solicita se encuentra incluido en un fichero de morosos como ASNEF, RAY, Equifax o Experian. El único requisito para la obtención del préstamo es “avalar tu coche”.
Cómo se accede a estos supuestos préstamos
El modus operandi es sencillo y muy cómodo para el cliente que solicita el dinero: éste transfiere la titularidad al prestamista y, después, firman un contrato de alquiler de coche con opción de compra, a través del cual, quien había sido el dueño del coche hasta ese momento, puede seguir usándolo a través del pago de una cuota mensual. Además, el importe obtenido por el préstamo encubierto suele ser muy inferior al del precio de mercado del vehículo ofrecido en garantía.
Los contratos de alquiler suelen contemplar que, si el prestatario impagase una sola cuota, el contrato quedará resuelto, de tal forma que el prestatario perderá, de forma definitiva, la propiedad del coche. “La realidad es que estas empresas se valen de las necesidades económicas de los consumidores para engañarlos y que éstos suscriban compraventas de su propio vehículo a cambio de un préstamo en el que el importe que devolverán será muy superior al que le ha sido prestado”, añade Tomé.
Fuente: Caruncho & Tomé
