ICABEl retraso en el pago por parte de los clientes, la negociación a la baja de los honorarios y la disminución de asuntos y clientes son las principales consecuencias económicas de la crisis constatadas sobre la abogacía. Así lo pone de manifiesto el Informe sobre el Estado de la Justicia elaborado por el Colegio de Abogados de Barcelona, que este año incluye como novedad un capítulo sobre la Radiografía de la profesión, un estudio realizado por el ICAB a partir de una muestra con casi 2.500 abogados y que explica la realidad que están viviendo hoy día los colegiados de esta corporación.

Otra de las conclusiones extraídas del informe es que la apuesta por la formación continua y la ampliación del ámbito geográfico -más allá no sólo de su ciudad, sino también abrirse al mercado europeo e internacional- son dos de las tendencias de los despachos que toman más fuerza desde el año 2005. Además, en el estudio se detalla el perfil de la abogacía barcelonesa: la estructura, la organización interna y los ingresos de los despachos, las especialidades de los abogados, el tipo de clientes, los datos sociológicos y demográficos de los profesionales, así como las tendencias y necesidades. 

La Radiografía de la profesión indica que la abogacía barcelonesa está organizada principalmente en pequeños despachos, muchas veces incluso se trata de despachos unipersonales, que han tenido que ampliar el alcance territorial de su ámbito de actuación para hacer frente a la crisis económica. Concretamente, el 83% de los abogados barceloneses son autónomos y sólo el 17% trabajan por cuenta ajena.

Cuenta ajena / Autónomo

Así, la abogacía sigue desarrollando su ejercicio, por esencia y tradición, de forma libre sin dependencias estructurales ligadas a estructuras empresariales o administrativas. Sin embargo, en los últimos seis años ha crecido ligeramente (un 2%) el ejercicio a través de consultorías o gestorías.

Concretamente, el 78% de los abogados barceloneses ejercen en un despacho de abogados; el 10% lo hace en una auditoría, gestoría o similiar; el 3% trabaja en la Administración o empresa pública; el 1% ejerce de forma autónoma y el 9% restante lo hace en otro tipo de empresas o estructuras. Otra característica de la profesión acentuada en los últimos tiempos es que se busca la alianza con otros compañeros y/o profesionales, aunque suele hacerse en estructuras mayoritariamente muy pequeñas (PYMES).

Contexto en el que se desarrolla la actividad principal

Donde sí se ha notado un cambio importante respecto los datos de 2006 es en la relación jurídica que el abogado tiene con el despacho o empresa donde trabaja. Los autores del estudio indican que muy probablemente sea la consecuencia de normas como la entrada en vigor del Real Decreto 1331/2006, de Regulación de la relación laboral de carácter especial de los abogados que prestan servicios en despachos de abogados individuales y colectivos, de 17 de noviembre, las que han provocado que contar con la colaboración de autónomos dentro de la estructura del despacho haya perdido más de 15 puntos. Sin embargo, este cambio no ha sido, curiosamente, en favor de la contratación laboral sino que han aumentado considerablemente los titulares únicos (8 puntos) o socios de despachos (7 puntos).

Ámbito de actuación

En cuanto al ámbito de actuación de los abogados barceloneses, el derecho civil está muy por encima del resto de actividades. El informe también pone de manifiesto que la mayoría de abogados colegiados en el ICAB se especializan en alguna área del derecho. Sólo el 15% de los encuestados manifiestan ser generalistas aunque estos son mayoritariamente barones, titulares únicos de un despacho, con ingresos bajos -por debajo de 20.000 euros anuales- y con baja satisfacción respecto de la profesión, lo que contrasta con la opción mayoritaria con el perfil de mujeres, con una fuerte formación continuada pero también con ingresos que no ultrapasan los 20.000 euros anuales.

Concretamente, el 28% de los abogados está especializado en el ámbito civil; el 15% es generalista; el 13% en mercantil; 11% penal; 11% laboral; 6% administrativo; 5% tributario; 1% internacional, protección de datos, propiedad intelectual, industrial, familia, procesal, extranjería o TIC y menos del 1% está especializado en áreas como concursal, hipotecario, urbanismo u otras.

El asesoramiento, la dedicación preferente

A pesar de los prejuicios habituales, el abogado no dedica la mayor parte de su tiempo a la actividad ante los juzgados. Más bien lo contrario: es el asesoramiento en esencia lo que manifiestan que les ocupa más tiempo, seguido de la negociación con otros compañeros o personas. Lo que sí destaca es el poco tiempo que dedican a aspectos relacionados con la gestión empresarial de sus despachos -un 42% de los encuestados asegura que es la actividad que menos tiempo le ocupa-.

Los clientes, cada vez más globales

En este ámbito se observan cambios muy significativos en relación a la procedencia de los clientes. En el panorama actual, muchos abogados han tenido que abrirse a nuevos mercados incluyendo el ámbito internacional, que ha crecido, en todas sus vertientes en más de un 8% destacando la posibilidad de obtener clientes de la Unión Europea por encima de otros países de entornos menos próximos. Todo, en perjuicio de una abogacía que hace sólo seis años concentraba la mayor parte de sus clientes en la propia ciudad donde radicaba el despacho y que ahora ha perdido más de 23 puntos.

procedencia clientes

Probablemente esta sea la causa por la que un 46% de los encuestados manifiestan que el horario de atención al cliente es flexible y que incluso un 22% alega que lo hace en la empresa o en el domicilio del cliente, a pesar de tener una jornada de trabajo que ocupa todo el día en un horario que mayoritariamente va desde las 9.00h de la mañana hasta las 20.30h de la tarde.

Alta formación pero bajo nivel de idiomas

En lo que a formación se refiere, el informe muestra que la mayor parte de los colegiados tienen los estudios de licenciatura finalizados hace más de 6 años (con una clara predominancia de la Universidad de Barcelona). Más allá de la licenciatura, el 54% de los colegiados en el ICAB manifiesta haber realizado alguna formación de posgrado y el 11% de los abogados dispone de otro título universitario, habitualmente relacionado con la dirección de empresas o ciencias económicas. El punto débil en el ámbito formativo, sin embargo, se sitúa en el campo de los idiomas. Sólo un 39% de los encuestados reconoce conocer el inglés con cierta solvencia, mientras que en el caso del francés o el alemán, el desconocimiento es mayoritario y, en términos generales, los datos hablan de una profesión poco políglota.

Radiografía de la profesión (catalán)

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