Coincidiendo con la emisión de la respuesta de BDO al Libro Verde de la Comisión Europea “Políticas de auditoría: lecciones de la crisis”, Jeremy Newman, CEO de BDO afirmó:
“Recibimos con agrado la manifestación por parte de la Comisión en la que afirma estar preparada para intervenir en un mercado en el que, tanto BDO, como sus competidores operan, en particular en relación al apartado en el que se menciona la concentración existente en el mercado. Hemos apoyado previamente una respuesta común, pero está claro que no ha sido efectivo y en este caso, son necesarias acciones regulatorias o gubernamentales.
Se necesitan más opciones en la auditoría de las grandes compañías. Si una de las cuatro redes dominantes tuviera que abandonar el mercado por cualquier razón, existiría una posibilidad real de desastre. Por este motivo, creemos que cualquiera de las cuatro firmas dominantes se podría considerar ‘demasiado grandes para caer’. Por eso se requiere acción inmediata en este sentido”.
BDO a su vez solicita con urgencia que la Comisión reconozca la importancia de las redes fuera del grupo de las “big four”, capaces de desarrollar y hacer crecer sus negocios en los mercados emergentes, y así ofrecer más alternativas para el mercado de auditoría en su totalidad. Jeremy Newman afirmó:
“La Comisión debe considerar cuál es la mejor vía para prevenir que las Big Four sean cada vez más grandes mediante la adquisición de firmas miembro de otras grandes redes, incluyendo países fuera de la UE. Estamos pidiendo a la Comisión que se abra una vía de comunicación con los reguladores y las autoridades para la defensa de la competencia del G20, y las principales economías emergentes, y que se tomen las medidas adecuadas para prevenir que las firmas más grandes se aprovechen de su posición dominante a expensas del resto de agentes del mercado.”
Newman cita la reciente adquisición en Brasil de una firma que pertenecía a Grant Thorthon, que en aquel momento era la firma más grande por detrás de las “big four”, por Ernst&Young. “Ha existido una actividad de adquisiciones/absorciones similar en el mercado francés con la adquisición por parte de algunas “big four”, de tres grandes firmas de auditoría, incluyendo la adquisición de la que era la firma miembro de BDO en Francia.
En respuesta a la preocupación relacionada con la preferencia de las “big four”, BDO ha sugerido que se intervenga en otras áreas que incluyen la ilegalización de cualquier forma de intervención artificial por parte de terceros en el nombramiento de auditores, el uso de políticas de contratación pública para buscar activamente un panorama más competitivo haciendo más favorables las reglas en cuanto a las firmas no “big four” cualificadas; y el establecimiento de mecanismos que faciliten la implicación de los accionistas en el nombramiento de auditores.
Jeremy Newman resalta que firmas miembro de BDO han perdido clientes de auditoría en distintas jurisdicciones cuando éstos se han visto obligados por su entidades crediticias a optar por un auditor de las “big four”. Igualmente, firmas de BDO han visto frustrados sus esfuerzos por ganar clientes potenciales debido a la expresa o implícita aplicación de estas cláusulas por las entidades a pesar de que los clientes expresaban sus preferencias en el nombramiento de BDO.
“La aplicación injusta de cláusulas restrictivas que exigen la contratación de una firma de auditoría “big four”, como se ha visto en los compromisos de financiación de las entidades financieras, y en algunos elementos del sector público, debería prohibirse. Éstas reflejan y perpetúan la concentración sin considerar la experiencia o calidad de otras firmas de auditoría y representan una inaceptable intervención de una tercera parte en el nombramiento del auditor. La prohibición de las cláusulas en sí, sería un excelente punto de partida en la eliminación de esta tendencia y los comportamientos que subyacen a la práctica, pero la imposición verbal de éstos requerimientos, de la manera en la que fueran expresados, debería asimismo prohibirse.”
“Los reguladores y los gobiernos deberían hacer más por reconocer la calidad de otras redes relevantes”, concluye Newman. “Por ejemplo, el uso de prácticas de contratación pública para promover un mercado más competitivo, supondría un mensaje también para el mercado empresarial donde firmas más allá de las “big four” están suficientemente comprometidos con la calidad para llevar a cabo encargos complejos”.