Europa tiene que invertir el papel cada día de menor importancia que tiene en el siglo XXI la industria europea con el fin de recuperar un crecimiento sostenible, crear empleo de alto valor y dar respuesta a los problemas que tiene planteados nuestra sociedad. Si actuamos de modo inmediato, podemos invertir la actual tendencia a la baja y conseguir que la parte del PIB europeo correspondiente a la industria pase del 15,6 % actual al 20 % en 2020. Por lo tanto, la Comisión propone una serie de medidas prioritarias con el fin de fomentar la inversión en nuevas tecnologías, mejorar el entorno empresarial, el acceso a los mercados y a la financiación, especialmente en el caso de las PYME, y garantizar que las competencias satisfagan las necesidades de la industria.

La industria europea está bien situada para asumir este papel: Europa es líder mundial en numerosos sectores estratégicos tales como los de la automoción, la ingeniería, la aeronáutica, el espacio, los productos químicos y farmacéuticos. La industria sigue representando cuatro quintas partes de las exportaciones europeas y un 80 % de la inversión en I+D del sector privado procede de la industria manufacturera. Si se recupera la confianza y con ella las inversiones, también puede recuperarse y volver a crecer la industria europea.Este es el mensaje que el Vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, desea transmitir   desde Bruselas con su Comunicación. Las medidas que se proponen en dicha Comunicación contribuirán a reducir la brecha de competitividad entre los Estados miembros y las regiones de la UE.

En palabras del Vicepresidente y Comisario de Industria y Emprendimiento, Antonio TajaniNo podemos dejar que nuestra industria siga abandonando Europa. Nuestros cálculos son muy claros: la industria europea pueda generar crecimiento y crear empleo. Hoy sentamos las bases de una reindustrialización sostenible de Europa con el fin de recuperar un clima de confianza y de emprendimiento y generar las inversiones que se necesitan en nuevas tecnologías. Trabajando juntos y restaurando la confianza, podremos traer la industria de vuelta a Europa.

MEMO/12/759

Hoy también aprueba la Comisión dos informes sobre competitividad: el nuevo Marcador de los Resultados Industriales de los Estados miembros, que pasa revista a cinco sectores fundamentales, a saber, productividad, exportación, innovación y sostenibilidad, entorno e infraestructuras empresariales, y financiación e inversión (MEMO/12/760); y el Informe Europeo de 2012 sobre Competitividad (MEMO/12/761), en el que se analizan las principales tendencias de la globalización en los últimos 15 años, los costes y los beneficios que ha generado y los retos que las empresas de la UE tienen planteados de cara al futuro.

La falta de confianza merma la inversión

 

La incertidumbre de los mercados, los problemas de financiación, la falta de demanda y las carencias en materia de competencias han generado una falta de confianza que, a su vez, ha provocado una merma de la inversión y la pérdida de empleos en la industria.

Los pilares de la nueva política industrial serán los siguientes:

Inversión en innovación: es preciso crear las adecuadas condiciones para que las inversiones vuelvan rápidamente a los niveles anteriores a la crisis, centrándose en seis ámbitos prioritarios con un potencial enorme para el crecimiento y el empleo en Europa:tecnologías avanzadas de fabricación que permitan una producción limpia, políticas industriales sostenibles, construcción y materias primas, vehículos limpios, mercados de productos biológicos, tecnologías facilitadoras esenciales y redes inteligentes. Los Estados miembros han de desempeñar su papel e invertir prioritariamente en esos seis ámbitos.

Mejores condiciones del mercado: es preciso introducir mejoras en el funcionamiento del mercado interior y abrir los mercados internacionales. La Comisión centrará su actuación en cuestiones muy concretas que entrañen importantes mejoras en poco tiempo: la mejora del mercado interior de bienes, el fomento del espíritu empresarial en el mercado único digital, que se espera que en 2016 haya crecido un 10 %, la protección de los derechos de propiedad intelectual y el fomento de la internacionalización de las PYME de la UE en todo el mundo hasta pasar a medio plazo del 13 % actual al 25 %.

Acceso a la financiación y a los capitales: es necesario mejorar la concesión de préstamos a la economía real movilizando recursos públicos, incluidos los de los Fondos Estructurales y los del BEI, que destinará entre 10 y 15 millones de euros en préstamos adicionales a las PYME, liberando fondos privados mediante la eliminación de los obstáculos con que todavía se topan los fondos de capital de riesgo y facilitando las operaciones transfronterizas de las empresas más pequeñas.

Capital humano y competencias: es preciso que los trabajadores se adapten a las transformaciones industriales mejorando la capacidad de anticipar cuáles van a ser las competencias necesarias y dónde se van a producir desajustes entre la demanda y la oferta laboral. En este ámbito, la Comisión fomentará la colaboración de los empleadores, de los trabajadores y de las autoridades responsables mediante la creación de consejos europeos de competencias sectoriales, de la alianza en pro del conocimiento y de la alianza de competencias sectoriales.

Con el fin de velar por la adecuada aplicación de estas medidas, la Comisión seguirá de cerca una serie de variables:

 

1. Inversiones

En 2011 la formación bruta de capital fijo medida como porcentaje del PIB fue del 18, 6 %. En 2007, antes de la crisis, había alcanzado el 21,25 % del PIB. El esfuerzo de inversión necesario para mejorar nuestra productividad requeriría en 2015 los niveles de inversión previos a la crisis y en 2020 una media que se sitúe por encima del 23 %. Actualmente, la inversión en equipos se sitúa entre el 6 % y el 7 % del PIB. Para mejorar la productividad e introducir nuevas tecnologías, la inversión debería recuperar los niveles previos a la crisis y lograr que para el 2020 haya crecido de manera constante por encima del 9 % del PIB.

 

2. Comercio en el mercado interior

Actualmente, el comercio de bienes en el mercado interior se halla justo por debajo del 21 % del PIB. En el 2020, una vez reactivado el mercado interior, ese porcentaje debería situarse en el 25 %.

 

3. PYME

Según los objetivos planteados por la Comisión para el importante mercado que supone la Agenda Digital, en 2015 el número de pequeñas empresas que se dedican a la venta electrónica habría de alcanzar el 33 %. Según un estudio de 2009, el porcentaje de PYME que exportaban al mercado interior era del 25 %. El objetivo a medio plazo es disponer de PYME tan volcadas en los mercados exteriores como en el mercado interior.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.