Las familias tienen menos dinero para gastar o ahorrar.
Según los datos de Estadística, la renta disponible de los hogares cayó en el segundo trimestre hasta los 187.783 millones de euros, casi 3.000 menos que un año antes.
Los descensos en la remuneración de los asalariados y las rentas de propiedad recibidas solo fueron parcialmente compensados por la mejoría en el excedente de explotación y las rentas primarias.
En cuanto a la distribución secundaria de la renta, el incremento de los impuestos directos y las cotizaciones sociales quedó equilibrado por un mayor volumen de prestaciones recibidas (4,9% más, fundamentalmente en forma de seguro por desempleo).
La utilización de la renta disponible acentuó en el segundo trimestre su cambio de tendencia: El gasto en consumo fianl creció en un 5,9%, incentivado por la entonces inminente subida del IVA (entró en vigor el 1 de julio).
En consecuencia, el ahorro del periodo se limitó al 17,2% de la renta disponible, 5,8 puntos menos que un año antes.
Además de la anticipación de compras, el descenso del ahorro obedece parcialmente al citado descenso de 1,5 puntos en la renta disponible, aunque cabe achacar otra parte al cambio de patrón después del fin de la recesión.