El Parlament ha aprobado el miércoles con el rechazo del PP y la abstención del Grupo Mixto la ley de fosas que, de forma pionera en el Estado, reconoce el derecho de los familiares a obtener información sobre el destino de sus parientes desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura, a la dignificación de las fosas y a la recuperación de los restos.
El texto, que recabó 114 votos a favor, 14 en contra y 3 abstenciones, cumple con el artículo 54 del Estatut sobre memoria histórica y llegó al último trámite con 52 enmiendas vivas.
Con su aprobación, se crea el marco jurídico y los mecanismos para localizar e identificar a los desaparecidos, así como para crear un censo, mapas de localización de fosas y medidas para señalizar y dignificar espacios. También prevé un comité técnico con funciones consultivas y de asesoramiento, que hará informes preceptivos sobre las peticiones para recuperar e identificar restos.
El conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, presentó la ley destacando que no distingue entre víctimas y que el Govern tampoco lo hará en su aplicación. «Todas las víctimas son dignas y merecen nuestra consideración», aseveró.
Dijo no entender que haya grupos de la cámara que no apoyen una ley que debería superar cualquier diferencia política. «¿Cómo se puede oponer alguien a que las familias puedan ver realizada una voluntad tan natural y humana?, preguntó Saura. En cambio, agradeció el compromiso democrático y la voluntad de consenso de CiU.
Consideró además que la acción del Govern contrasta con otras zonas del Estado, donde las administraciones «se van pasando la responsabilidad unas a otras y la decisión acaba en manos de los jueces, haciendo todavía más penosa la travesía de las familias», sentenció.
El diputado del PP Rafael López replicó que su partido siempre estará con las víctimas y por su reparación, pero también siempre en contra de «politizar o poner al servicio de una ideologia determinada» este asunto.
Exigió al conseller que no deje a los populares fuera del compromiso democrático en el que ha incluido a CiU porque el rechazo popular al texto se basa en que el Govern propugna «de nuevo, una división entre españoles buenos y españoles malos».
«Siempre estaremos a favor de la recuperación y la dignificación, pero en contra de que se mezcle con las políticas de memoria histórica y de memorial democrático», señaló López.