«Se trata de una medida de interés general cuyo coste no debe recaer sólo sobre el comerciante, que en la actual situación ha perdido buena parte de sus rentas por la disminución del consumo, ni tampoco exclusivamente sobre los consumidores», señala en un comunicado la presidenta de CACE-UPTA, Ángeles Pelegay.
La organización considera que «se han magnificado» las campañas de determinadas cadenas comerciales para la supresión de bolsas de plástico. A su juicio, esta medida supone «un importante ahorro para las grandes empresas, ya que no habrá costes alternativos, o bien éstos recaerán sobre el consumidor».
Estima que las grandes superficies tendrán un ahorro de cinco millones de euros, «con cargo a los consumidores, al no ofrecer alternativas en material reciclable».
Sin embargo, CACE-UPTA indicó que desde hace varios años los propietarios de pequeños comercios están invirtiendo en sustituir las bolsas de plástico por otras de papel reciclable «con cargo al propio comerciante, con el fin de ofrecer un mejor servicio al cliente».