En breve conoceremos la fecha fijada para el juicio de una de las iniciativas más impactatentes sobre el dopaje en los últimos años. Aquella acción contra el dopaje en el ciclismo denominada Operación Puerto organizada durante el 2006 supone poner fin a seis años de investigaciones y tribulaciones judiciales de un caso que fue cerrado y reabierto en dos ocasiones durante su instrucción.
Hemos conocido a través del Juzgado de Instrucción nº 31 de Madrid que ha concluido la investigación del procedimiento abreviado 4293/2006, conocido popularmente como ‘Operación Puerto’. Esta entidad ha dictado el auto de apertura de juicio oral, que tendrá lugar ante el Juzgado de lo Penal que corresponda. En la causa están imputados por un delito continuado contra la salud pública siete personas; el médico Eufemiano Fuentes Rodríguez, su hermanda Yolanda Fuentes Rodriguez; José Luis Merino Batres y Alfredo Córdova Martínez, médicos y los exdirectores deportivos José Ignacio Labarta Barrera, Manuel Saiz Balbas, Vicente Belda Vicedo. Para todos ellos, el Ministerio Fiscal solicita para los procesados dos años de prisión e inhabilitación para el ejercicio de su profesión durante ese mismo tiempo
La operación «Puerto» estalló el 23 de mayo de 2006, cuando el doctor Eufemiano fuentes, antiguo médico de varios equipos ciclistas españoles (Kelme, Once) y otras cuatro personas fueron detenidos por la guardia civil en el marco de una operación contra el dopaje, antes de ser puestos en libertad unos días más tarde.
Además de Fuentes, en la operación habían sido detenidos Manolo Saiz, mánager del desaparecido equipo español Liberty; el director deportivo adjunto del equipo español Comunidad Valenciana, Ignacio Labarta; un médico de Madrid, José Luis Merino, y un corredor de BTT, Alberto Léon, que falleció en enero pasado.
Los registros efectuados entonces se saldaron con el decomiso de 100 bolsas de sangre congelada, 100 bolsas de plasma sanguíneo, numerosa documentación relativa a prácticas dopantes de ciclistas y material de congelación y de centrifugación.
La operación condujo a la expulsión de varios favoritos del Tour de Francia de 2006 la víspera del inicio de la carrera, principalmente del italiano Ivan Basso, el alemán Jan Ullrich y el español Francisco Mancebo.
Ullrich anunció su retirada y el italiano Basso fue suspendido durante dos años por la Federación italiana de ciclismo.
El juez Serrano cerró el caso en dos ocasiones, en 2007 y 2008, alegando que cuando ocurrieron los hechos no existía una legislación penal en España que castigara las conductas relacionadas con el dopaje, y que el nivel de Eritropoyetina (EPO) detectado en las bolsas de sangre atribuidas a los ciclistas citados en el escándalo no constituía un riesgo para la salud.
Sin embargo, la Audiencia Provincial de Madrid obligó en sendas ocasiones al magistrado a reabrir el caso tras los recursos de la fiscalía, asegurando que había «indicios de la comisión de un delito contra la salud pública».