La incertidumbre y el estrés que conlleva la atención médica del brote epidémico del covid-19 exige una especial atención a las necesidades de apoyo emocional del personal sanitario.
La salud mental del personal sanitario fue de expresa preocupación del senador José Ramón Enríquez, de Movimiento Ciudadano, quien presentó Plan de largo plazo para atender salud mental del personal médico.
Propone un punto de acuerdo, para solicitar a la Secretaría de Salud un plan de largo plazo para atender la salud mental del personal médico que ha participado de manera activa en la contención y atención a la pandemia de Covid-19.
El legislador destacó que en México estos profesionales, no sólo se han enfrentado al contagio masivo y a la muerte por el nuevo coronavirus, sino a largas jornadas de trabajo, la separación temporal del círculo familiar, así como a agresiones físicas y verbales que afectan su salud emocional.
Destacó que un alto porcentaje de quienes sufren afectaciones por experiencias traumáticas presenta secuelas emocionales, pero esto “no se diagnostica y mucho menos se trata, debido a la variedad de síntomas, la escasez de tiempo y la poca disposición para hablar del tema”.
La Sociedad Española de Psiquiatría resume los retos a los que se enfrenta el personal sanitario del siguiente modo:
“1.- Desbordamiento en la demanda asistencial:
Mientras muchas personas acuden reclamando atención sanitaria, el personal sanitario también enferma o ve a sus personas cercanas enfermar.
2.- El riesgo de infección no se detiene
Existe un mayor riesgo de contraer enfermedades temidas y transmitirlas a familiares, amigos y otras personas en el trabajo.
3.- Equipos insuficientes e incómodos
El equipo puede ser insuficiente, poco confortable, limita la movilidad y la comunicación y la seguridad que produce puede ser incierta.
4.- Proporcionar apoyo y atención sanitaria
Conforme aumenta la demanda y la asistencia, la angustia del paciente y las familias puede ser cada vez más difícil de manejar para el personal sanitario.
5.- Gran estrés en las zonas de atención directa
Ayudar a quienes lo necesitan puede ser gratificante, pero también difícil, ya que los trabajadores pueden experimentar miedo, pena, frustración, culpa, insomnio y agotamiento.
Son reacciones esperables en situaciones de esta magnitud e incertidumbre. Comprenderlas como reacciones normales ante situación anormal contribuye a cuidarse.
6.- Exposición al desconsuelo de las familias
La crisis del COVID-19 está exponiendo al personal sanitario a un sufrimiento intenso ante una muerte en aislamiento que tiene a las familias desconsoladas por no poder acompañar y ayudar a sus seres queridos.
7.- Dilemas éticos y morales
La falta de medios, la sobrecarga y la propia evolución incierta de los pacientes, hacen que en ocasiones el profesional se vea obligado a tomas de decisión complejas, en un breve tiempo, generando intensos dilemas morales y culpa.”
Enríquez Herrera advierte que habrá personal que podrá retomar su vida de manera habitual sin presentar ningún trastorno significativo asociado a las experiencias derivadas de la atención y contención de Covid-19, pero también habrá personas que sí requerirán atención especial para poder incorporarse a su vida profesional y personal.
La superación de este evento demandará de un mayor compromiso social y voluntad política en beneficio de las personas que literalmente expusieron su vida y la de los suyos para salvar a otras personas.
Por lo pronto, acotó, requerirá de un plan de acción integral que permita a personal del sector salud y de enfermería superar eventos traumáticos vividos durante la pandemia. Es justamente este sector de la población la que necesitará un apoyo especial en este sentido.
La propuesta, publicada en la GacetaParlamentaria, fueturnada al Grupo Plural de Trabajo para el Seguimiento de la Pandemia.
Fuente: Sociedad Española de Psiquiatría – Cámara de Senadores República de México