
El nuevo ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha fijado entre sus prioridades al frente del Ministerio el “análisis” y la “mejora” en la aplicación de las nuevas tasas judiciales, además de la revisión del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la reforma del Registro Civil.
“Os convoco a alcanzar un gran acuerdo que permita el desarrollo equilibrado de las reformas pendientes”, trasladó Catalá a todos los operadores jurídicos, para pedirles su colaboración a cambio de ofrecerles “diálogo, lealtad y voluntad de consenso» en el acto de recepción de la cartera de Justicia de manos de su antecesor, Alberto Ruiz-Gallardón, celebrado este lunes.
Catalá, que ha regresado al ministerio en el que ejerció, entre 2002 y 2004, como ‘número dos’ de José María Michavila, ha fijado sus prioridades para este año de legislatura: la revisión del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la “mejora” de los sistemas de justicia gratuita, el “análisis y la mejora” en la aplicación de la ley de tasas, la “mejor versión” final de la Ley de Servicios Profesionales y la implantación de un sistema eficaz y ágil de Registro Civil.
Además, prometió aumentar las plazas de jueces y fiscales para dar solución a la situación de jóvenes que salen de la Escuela Judicial y no tienen destino. Aunque no citó la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que revoluciona el mapa judicial, sí mostró su compromiso para trabajar a favor de una justicia electrónica.
Catalá agradeció al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy la «compleja pero gratificante» tarea que le ha encomendado para dirigir un “Ministerio de Estado”, asociado a la mejora de la Administración de Justicia. En este sentido, recordó que el Estado social y democrático de derecho tiene entre sus fundamentos el imperio de la Ley, cuyo amparo queda garantizada con la “inalienable libertad y la obligada igualdad de todos los ciudadanos”.





