Rafael Catala
Rafael Catalá

Tiene 53 años, es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Este es el perfil de Rafael Catalá, el nuevo Ministro de Justicia que seis días después de la dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón, ha tomado posesión de su cargo ante el rey Felipe VI.

Catalá, que hasta ahora era «número dos» de la Ministra de Fomento, Ana Pastor, y que ostentaba la presidencia de la empresa pública ENAIRE – antigua AENA- ha ocupado cargos de responsabilidad en los Ministerios de Sanidad, Educación, Administraciones Públicas, Hacienda y Justicia. De hecho, el 26 de julio de 2002 fue nombrado secretario de Estado de Justicia, en sustitución de José María Michavila, designado ministro del departamento en el segundo mandato de José María Aznar.

Toma de posesión

El nuevo ministro ha jurado su cargo este lunes a primera hora ante el monarca y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Zarzuela, donde la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sánez de Santamaría, ha ejercido como notaro mayor del Reino. Poco antes, el Boletín Oficial del Estado (BOE) había publicado su nombramiento, firmado el domingo por el monarca y el presidente, Mariano Rajoy.

Tras este acto, Catalá ha participado en el Consejo de Ministros extraordinario que ha aprobado los recursos de inconstitucionalidad contra la ley catalana de consultas y contra el decreto de convocatoria de la consulta del 9 de noviembre. Después se ha trasladado al Palacio de Parcent donde ha recibido la cartera de su cargo de manos de su antecesor, Alberto Ruiz-Gallardón, ante la vicepresidenta del Gobierno y entonces ministra de Justicia en funciones, Soraya Sánez de Santamaría.

Retos legislativos

Al nuevo ministro le esperan múltiples retos en el ámbito de la Justicia, tras un mandato que ha sido criticado por todos los operadores jurídicos. De hecho, la comunidad jurídica celebró la pasada semana la dimisión de Gallardón y definió su mandato como otra ocasión perdida para la Justicia española, en la que los ciudadanos están más lejos de poder acceder a ella y las expectativas que se generaron han quedado frustradas definitivamente.

Muchos esperan que el nuevo líder de Justicia no sea continuista dado que son muchas las reformas que todavía están sobre la mesa sin contentar a nadie, así como los cambios legislativos que ya han entrado en vigor pero que están a la espera de múltiples recursos ante el Tribunal Constitucional, como es el caso de la Ley de Tasas.

A lo largo del mandato de Alberto Ruiz-Gallardón, concitaron la mayor parte de críticas la reforma de la Justicia Universal, la del Consejo General del Poder Judicial, la supresión de los 1.300 jueces y fiscales sustitutos, la nueva Ley de Justicia Gratuita o los recortes en la Ley de Acceso. Otros proyectos, como los de la LOPJ o la Ley de Planta han sumado también numerosas quejas, pendientes de resolver.

“Ahora hace falta recuperar el diálogo, poner a los ciudadanos en el epicentro de la Justicia y buscar ese pacto de Estado que tiene que ser posible para que la Justicia ni sea la cenicienta de todos los Gobiernos ni el hermano pobre ni se utilice con fines partidistas”, dijo el presidente de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, ante la dimisión del entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

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