La custodia compartida es una de las figuras legales ideales en caso de que una pareja con hijos se divorcie. Un régimen de custodia compartida permitirá que ambos padres estén presentes en la educación, crianza y cuidado de los hijos. Esto, a nivel emocional, contribuye favorablemente al desarrollo de los pequeños, razón por la cual debe considerarse como una solicitud normal y no algo extraordinario.

Cada vez es más común que parejas divorciadas soliciten la custodia compartida de sus hijos. Por medio de este régimen se garantiza que ambos sigan cumpliendo con sus responsabilidades.

Requisitos para obtener la custodia compartida

Hay una serie de consideraciones que se deben tener en cuenta cuando se está en un proceso de divorcio en el que hay niños afectados. Cuando la pareja tiene hijos, generalmente hay aspectos que se enfatizan durante el proceso, como por ejemplo que se garantice la seguridad de los pequeños, tanto a nivel económico como a nivel emocional.

Para lograr la custodia compartida, un juez deberá analizar el caso y determinar que ambos padres están en disposición de continuar, bajo igualdad de condiciones, la crianza de los niños.

La custodia compartida puede ser solicitada durante el proceso de divorcio o una vez concretado éste. La ley no especifica un límite de tiempo.

Lo que sí está contemplado en las leyes son las consideraciones que deberá evaluar el juez para decidir si se concede o no la custodia a ambos padres.

En resumen, los padres podrán solicitar la custodia compartida:

  • En la propuesta del convenio regulador.
  • Durante el transcurso del procedimiento si así lo acuerdan ambos.
  • Posterior a la sentencia de divorcio.

El juez será quien se encargue de determinar, tras analizar el caso, si aplica la custodia compartida esto teniendo en cuenta lo siguiente:

  • La relación que han mantenido los padres con los niños hasta el momento de la separación; es decir, si ésta ha sido sana y respetuosa.
  • Si los niños ya tienen edad suficiente para tomar una decisión, se les preguntará también si desean estar con ambos padres o sólo con uno de ellos.
  • Cuántos hijos tiene la pareja.
  • El respeto que existe en el trato padres e hijos.
  • Si no ha habido algún antecedente de maltrato.
  • Si los progenitores son responsables en el cumplimiento de sus deberes.
  • Se procurará que los hermanos no se separen.

¿Cómo se aplica la custodia compartida y dónde vivirán los hijos?

Una vez que el juez decida que en determinado caso aplica la custodia compartida, corresponderá establecer cómo será el cumplimiento de este régimen.

La legislación contempla varias formas para que la disposición del juez se pueda acatar.

Custodia compartida con domicilio fijo de los hijos

En este caso, se autoriza a ambos progenitores a hacer uso de la vivienda familiar en común, pero por determinados periodos. Los hijos son los que pueden permanecer en la vivienda permanentemente, mientras que los padres se turnan en la estancia.

Custodia compartida con domicilio rotativo

Si cada progenitor tiene su vivienda, en este caso corresponde a los hijos trasladarse a cada una de éstas en períodos alternados. Ésta es la forma que más se suele utilizar, por ser la que genera menos inconvenientes.

¿Qué ocurre cuando los padres no se ponen de acuerdo?

Si los padres no logran ponerse de acuerdo para solicitar la custodia compartida, le corresponderá al juez tomar la decisión. Uno de los padres puede incluso tomar la iniciativa de hacer la solicitud.

Sin embargo, lo más aconsejable en un proceso de divorcio en el que hay niños de por medio es que la pareja logre ponerse de acuerdo para evitar llegar a un procedimiento contencioso, cuyos gastos son elevados. Además, un contencioso resultaría muy duro para los niños y para la familia en general. A esto también se suma la cantidad de dinero que se debe gastar en asesoría legal para un juicio.

Lo más sano es decidir de mutuo acuerdo

Para evitar los juicios, que son largos y caros, la mejor opción que tienen las parejas que se divorcian es acordar la custodia compartida. Esto no sólo les ahorrará horas en un tribunal, sino que será lo mejor para los hijos, sobre todo si son muy pequeños, porque necesitan del cariño y de la figura de ambos padres.

La decisión de divorciarse no tiene por qué afectar el desarrollo y crecimiento de los hijos.

 

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